domingo, 18 de abril de 2021

Ernesto Zedillo: La reforma al Poder Judicial de 1994, ¿un golpe de Estado?

“Antecedentes El 29 de marzo de 1994, Ernesto Zedillo Ponce de León fue nombrado candidato presidencial sustituto del Partido Revolucionario Institucional (pri) y retomó la Plataforma Electoral 1994-2000. Certidumbre, responsabilidad y cambio para México, elaborada por la Fundación Cambio XXI originalmente para Luis Donaldo Colosio. El 14 de julio de 1994,Zedillo propuso diez puntos de acción en materia de justicia, durante la clausura del “Foro Nacional Seguridad y Justicia” celebrado en Guadalajara: 1. Profesionalización, dignificación y moralización de los cuerpos de seguridad pública; 2. Mejoramiento de la administración de los cuerpos de seguridad pública; 3. Eficiente coordinación policial; 4. Una gran campaña de prevención del delito; 5. Lucha firme y permanente contra el narcotráfico y los secuestros; 6. Modernización del Ministerio Público; 7. Reforma integral del Poder Judicial; 8. Independencia de los jueces y calidad en la impartición de justicia; 9. Garantizar el acceso de la justicia para todos, y 10. Mecanismos efectivos para el control de los actos de autoridad.

Los motivos de Zedillo

¿Cuál fue la causa que llevó a Ernesto Zedillo a descabezar a la Suprema Corte de Justicia? La respuesta no puede ser más sencilla: el nuevo presidente no estaba dispuesto a convivir con una serie de ministros que habían sido designados por su predecesor y quería influir ampliamente en las decisiones de la Corte. Recordemos que el último año de la presidencia de Carlos Salinas de Gortari estuvo caracterizado por severas convulsiones –v.g. la rebelión del ezln y los asesinatos del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, del candidato Luis Donaldo Colosio y del secretario general del pri, José Francisco Ruiz Massieu–, las cuales hundieron en la zozobra al país. Lo anterior se tradujo en una severa descomposición de la vida nacional, en medio de la cual, Zedillo debía gobernar. Si esta herencia motivó la animadversión del nuevo presidente hacia su antecesor, la crisis desatada el 20 de diciembre de 1994 terminó con la escasa estima que hasta entonces debió haberle guardado Zedillo a Salinas y, es en ese contexto en el que se da la reforma de la Corte y la salida obligada de los ministros. Tras el tormentoso “el error de diciembre”, Salinas cargó con la culpa de la debacle y fue objeto de despiadadas críticas severas de quienes semanas antes le rendían pleitesía dentro y fuera del país. Acosado por la opinión pública, el ex mandatario tuvo que resignarse a ver cómo su hermano Raúl era aprehendido algunos días después, acusado del homicidio de Ruiz Massieu. Zedillo, iracundo por la herencia recibida, y dueño de lasriendas del poder,marcó su distancia respecto de Salinas y permitió los ataques,si no es que los alentó. La conclusión aquí planteada encuentra sustento en un hecho muy fácil de acreditar: una tercera parte de los ministros habían sido designados durante el periodo salinista y eso debió haberlos vuelto poco dignos de confianza ante los ojos de Zedillo.

La cercanía entre tales personajes y el ex presidente Salinas es más nítida en el caso de Diego Valadés, quien fungiera como procurador general de la República entre enero y mayo de 1994. Si como se estableció en dictamen de la Cámara de Diputados, la renovación de los ministros resultaba necesaria a fin de contar con nuevos elementos humanos cuyo pensamiento y trayectoria trajeran una renovación a nuestro más AltoTribunal, entonces la destitución de Sempé Minvielle y Duarte Cano resultaban absurdas, pues el primero apenas llevaba un año en el cargo y el otro menos de cien días,por lo que su destitución nos confirma el ánimo autoritario que caracterizó al proceso de reforma de la scjn. Los once ministros designados permanecieron sin cambio alguno durante el sexenio zedillista y fueron José Vicente Aguinaco Alemán, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, Juan N. Silva Meza, Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo, Genaro David Góngora Pimentel, Juan Díaz Romero, Juventino Víctor Castro y Castro y Mariano Azuela Güitrón. El asalto cometido en contra de la Corte no fue más que el inicio de una serie de medidas que buscaban darle al presidente una influencia transexenal, la cual permanece hasta nuestros días.Baste señalar que de los ministros originalmente designados que aún se conservan en funciones, están Silva Meza, Ortiz Mayagoitia, Sánchez Cordero y Aguirre Anguiano. Gudiño Pelayo falleció el año pasado. Sin embargo, el modo de actuar de Zedillo no fue privativo sólo en el ámbito de la Corte, sino en algunos otros como en el de los órganos reguladores, tema que sobrepasa el estudio, pero que constituye una prueba más de que el “zedillismo” rebasó las fronteras temporales de su sexenio y que, de manera deliberada,organizó e hizo un golpe de Estado para ampliar su poder, el cual, como se ha demostrado, persiste hasta nuestros días (2012).”

Referencia:

Ruiz Morales, Guillermo, & Rocha Arrieta, Alberto (2012). La reforma al Poder Judicial de 1994, ¿un golpe de Estado?. El Cotidiano,  (172),18-31.[fecha de Consulta 19 de Abril de 2021]. ISSN: 0186-1840. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=32523118003

Nota: Puedes leer el artículo completo aquí. Encontrarás los nombres de columnistas relacionados con el Salinato: Sergio Sarmiento, Raymundo Rivapalacio, entre otros, que también en este asunto, defienden al "Jefe de Jefes". Y la figura de comparsa del PAN al PRI en las cámaras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario