lunes, 21 de junio de 2021

La clase media aspiracionista, individualista y sin escrúpulos morales de AMLO

Cada día que el presidente de México Andrés Manuel López Obrador participa en su conferencia, desde Palacio Nacional, cada día los medios aprovechan para sacar de contexto su discurso, la famosa “guerra sucia” de los dueños de pasquines que se vieron beneficiados por el régimen neoliberal del PRIAN. El diario El Financiero es un ejemplo de ello, al obtener un crédito blando por 2,400 millones de pesos (Ver “Peña dio crédito de 100 millones de dólares a El Financiero”); o el dueño de otro medio Excelsior, Olegario Vázquez Raña que cerró un contrato leonino de “renta de reclusorio” al Gobierno Federal durante el sexenio de Felipe Calderón (Ver “Los reclusorios, negocio de más de200 mil millones de pesos para 6 magnates”).

“La clase media aspiracionista, individualista y sin escrúpulos morales” de la que habla AMLO, es aquella a la que pertenecen las personas que se relacionan o trabajan con los gobiernos federales, estatales y municipales, y que lo hacen con la única finalidad de enriquecerse a través del erario o los recursos públicos: Obra pública, proveeduría de servicios e insumos, medicamentos, outsourcing, o se transfieren rubros públicos a privados como las guarderías, comedores escolares y reclusorios (Ver "Guarderías,negocio sucio para el PRI y el PAN"), o venta y compra de activos con ganancias exorbitantes (Ver “Alonso Ancira, el rey del acero acusado de corrupción”).


Los comentarios de AMLO siempre han sido sacados de contexto, aún antes de llegar a la Presidencia de México. Y hoy, al ser la figura pública más relevante, existen analistas, periodistas que se montan en sus discursos para generar contenidos, o que igual, por dolo o ignorancia se han sentido aludidos en esta “clase media aspiracionista, individualista y sin escrúpulos morales” y crean todo un discurso resentido en contra del primer mandatario del país, con verdadera vocación de servir a las mayorías (Ver “Clase media y AMLO”). Con grandilocuencia se muestran afectados, ofendidos por un discurso político, por sentirse coartadas sus “aspiraciones” materiales, económicas en la vida, se piensan los verdaderos salvadores de la patria, los que con “sus impuestos” tienen el pleno derecho de molestarse con todos aquellos que no vean que son “hijos del esfuerzo”. Resulta paradójico que para estos héroes sin capa, el grueso del país no cuenta, o si cuenta no tiene voz, ni voto: campesinos, albañiles, obreros, comercio informal, las “marías”, los “viene viene”, los vendedores de tamales y de camotes, electricistas, fontaneros, plomeros, recogedores de basura, macheteros, meseros, taxistas, choferes, empleadas domésticas y nosotros todos, no tenemos “aspiraciones”, las aspiraciones son de ellos, los aludidos clase medieros de ciudad, del “shopping” y del Netflix. Quizá el problema no sea las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador, como el egocentrismo de unos pocos, que les nubla el pensamiento y les vuelve cortos de miras.

Elan Vital

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